Hace unos días la internacional ecologista Greenpeace lanzó una publicación llamada How dirty is your data?, en la que revisan el mix de fuentes de energía que se usa para alimentar un grupo de servicios “en la nube”. El espacio muestral abarca decenas de empresas que ofrecen aplicaciones en la forma de servicios web: Grooveshark, Google Docs, etc. Como sabrán, esos servicios corren sobre enormes granjas de servidores que a su vez consumen energía en grado superlativo.
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La noticia que ha estado dando vueltas en la red es que Apple, una de las empresas de productos y servicios computacionales más grandes del mundo, ha sido indicada como la más sucia de todas las que se evaluaron, resultando peor evaluada que otros viejos conocidos como Google, IBM, Twitter y su competidor más directo: Microsoft.
Apple es la compañía que tiene el más bajo índice de energías limpias, con sólo un 6.7%, y el más alto en la medición de carbono, con un 54.6%. Además, el informe revela que las remodelaciones en la sede de Carolina del Norte de la empresa, triplicarán su consumo energético, utilizando la misma electricidad que utilizarían 80.000 casas promedio norteamericanas. Estas instalaciones se alimentan con un 61% de energía en base a carbón y un 31% de energía nuclear.
La enorme dependencia de energías sucias ha puesto a Apple en el primer lugar de las empresas menos preocupadas de su huella de carbono. Aunque en algunas oportunidades ha aumentado su cantidad de energías limpias, nunca se ha fijado metas que hagan suponer una verdadera preocupación por el tema.
Puedes leer el informe completo de Greenpeace, en este link: http://is.gd/OaVQAq (PDF)