Cuando vi la película y me enteré que existía un libro, decidí que algún día lo leería, a pesar de que considero que es mil veces mejor leer un libro y después ver la película del mismo, porque si uno lo hace al revés (ver primero y leer después) es imposible imaginarse los personajes diferentes a los actores. La historia trata de Andy, una inexperta ex alumna de la universidad que quiere escribir en el New Yorker (algo así como la Qué Pasa), se encuentra de asistente de la directora de revistas más famosa de todos los tiempos, y su pega no es más que la de una junior muy mal pagada y muy sobreexigida.
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Así que cuando leí el libro, me fue imposible no imaginarme a Anne Hathaway y a Meryl Streep, ambas con actuaciones alucinantes. Aún así, valió la pena cada página. Me acompañó durante tres semanas en mi viaje en metro y otras esperas que me tocaron; no habría podido ser de otra forma ya que si lo hubiera tomado por las noches, más de alguna no habría dormido. Y es que a pesar de que la traducción que me tocó estaba en ezpañol y nunca supe lo que eran los pantalones de “ante” y otras cosas, la cantidad de situaciones del libro que no están reflejadas en la película, o que lo están, pero transformadas, es bastante grande y la crudeza y el cine claramente maquilló lo que más pudo algunas, haciéndo que el ridículo original se perdiera.
Me podrán decir que es un best seller y que puede carecer de profundidad; y que sólo habla de marcas de moda les digo que sí, que puede ser, pero también es cierto que en “El diablo viste a la moda” (libro) se reflexiona profundamente y en muchas oportunidades sobre varias cosas: uno, lo que estamos dispuestos a hacer por encaminarnos hacia el destino que queremos, cómo a veces el ser humano puede ser capaz de trastocar todos sus valores con tal de hacer eso que “cree” que lo ayudará. Dos, cómo el poder puede afectar a las personas hasta transformarlas en verdaderos monstruos, que a la vez pueden ser adorados por otros miles que no tienen idea de su comportamiento y sólo pueden hacerse una idea de lo que son a partir de las fotos que se les toman.
Tres – y he aquí la reflexión a mi juicio más importante- es cómo la imagen, la moda, la sofisticación y la delgadez extrema se han tomado las riendas de lo que en la sociedad se hace o se deja de hacer y el cómo se hacen las cosas; Andy reclama todo el tiempo y afortunadamente no se deja absorber en un mundo de frivolidad, anorexia, mentira, traición, envidia, desconsideración y egocentrismo. Todo lo malo de nuestra sociedad, amarrado con un pañuelo blanco Hermès.
Este libro es un poco más largo, gordo y pesado, pero aún así bastante portatil. Vale alrededor de $7.000 y si tienes paciencia, se encuentra en Internet.