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(cc) Pepeketua
El primero de septiembre pasado subimos una pregunta a VeoVerde que decía lo siguiente: ¿Crees que Chile debería considerar la energía nuclear como una opción para la generación eléctrica? Con una participación de casi dos mil personas, los resultados frente a esta interrogante han sido bastante claros. Un 64% de quienes respondieron están en contra del uso de la energía nuclear para generar electricidad, mientras que sólo un 36% lo considera como una buena opción.
¿Qué podríamos concluir con esta pequeña muestra que hemos tomado? Que existe cierto grado mayoritario de chilenos que prefiere que no se utilice la energía nuclear como una alternativa para la generación de electricidad. Razones para esta negativa pueden haber varias, pero me da la impresión que la mayoría de quienes está en contra del uso de energía nuclear en Chile lo hace basado en el miedo. Miedo a que el manejo de una central de este tipo no sea el adecuado y que pueda producirse un lamentablemente -y muy peligroso- accidente.
Para algunos este temor es totalmente infundado. Y para ilustrar su postura siempre señalan ejemplos de plantas nucleares que funcionan a la perfección en países desarrollados. Pero, viendo la realidad chilena, las dudas saltan a la vista. Porque, si tenemos una ciudad como Santiago, que con poco más de treinta milímetros de lluvia comienza a colapsar por la inundación de algunas calles y cortes de luz en ciertos sectores, ¿Por qué una central nuclear tendría que funcionar a la perfección?, ¿Quién garantiza que una de estas instalaciones tendrá un estándar superior al de todas las obras públicas nacionales? Porque una cosa es que se caigan las pasarelas de nuestras modernas autopistas con un terremoto grado ocho. Y otra muy distinta, y con peores resultados –en muchos casos fatales- es lo que sucedería si tras un fuerte sismo se rompe un reactor nuclear. Por todo esto, si no tenemos un grado alto de seguridad de que este tipo de cosas no sucederá, mejor ni pensar en tener alguna planta nuclear en el territorio chileno.
Ahora bien, comento todo esto porque anoche en la televisión vi al Presidente Piñera explicar que su gobierno está buscando nuevas “fuentes limpias” de energía eléctrica, para sí poder ir dejando atrás –en el futuro- las centrales termoeléctricas e hidroeléctricas que tanto contaminan. En este sentido, se me vienen a la cabeza la energía solar y la eólica. Sin embargo, me queda la duda con la nuclear. ¿La considerará el Presidente también una “energía limpia”? Es de esperar que no.