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(cc) Micheo
Las alternativas existentes en el mercado de los desechables han ido evolucionando pero dejan mucho qué desear. Si bien se intenta reducir el impacto ambiental, no se ha llegado a solucionar el aspecto de producción de basura. The Way We See The World ha inventado el Jelloware: vasos que no sólo no se convierten en desechos sino que son… comestibles.
Disponibles en sabores como limón-albahaca y menta-gengibre, esta juguetona versión de una vajilla, le da un valor agregado a los líquidos que contiene al mezclarse con ellos y se vuelve una experiencia sensorial completa, ya que además los vasos son flexibles y, obvio, tienen aroma.
Hechos de gelatina con base de algas, estos vasos, aún en fase conceptual, están hechos para tirarse al suelo y desaparecer mientras que se vuelven una suerte de abono para las plantas donde se desecharon.
Ganadores de el segundo concurso anual de Jell-O Mold (gelatina en molde) llevado a cabo en Brooklyn, Nueva York, son, en definitiva, el complemento perfecto de las bebidas necesarias para pasar un buen rato al aire libre.
(Vía Treehugger)