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Christopher McCandless, estadounidense que nació en 1968 y murió en 1992 cerca del parque Delani, es el hombre en el que Sean Penn se inspiró para hacer la película Into the Wild (2007). Lo elegí como Mi Héroe de esta semana porque fue una persona que dedicó el último tiempo de su vida a estar en contacto con la naturaleza, por voluntad propia. Dejando atrás las comodidades, todas sus posesiones y la modernidad, para apreciar el mundo al rededor de él.
Existe también un libro, con el mismo nombre, escrito por Jon Krakauer en 1996. Relata la historia de este solitario que después de graduarse de Emory en 1990, donó a la caridad los US$24.000 que tenía ahorrados, para ir a recorrer el país. Bajo el nombre de Alexander Supertramp, McCandless viajó por Arizona, California y Dakota del Sur donde trabajó en labores agrícolas.
Siempre soñó con la Odisea de Alaska: vivir de la tierra, lejos de la civilización y con un diario de vida en el que escribiera su progreso físico y espiritual en medio de la naturaleza. Tuvo días en que trabaja y se relacionaba con mucha gente y otros, sin dinero y ningún contacto humano, incluso luchando por comida. Soportó varios peligros como cuando bajó en canoa por el río Colorado en dirección al golfo de California. McCandless estaba orgulloso de vivir con mínimos elementos.
En 1992 paró el auto de James Gallien, quien lo llevó desde Fairbanks hasta Stampede Trail. Gallien le ofreció llevarlo a Anchorage, por los escasos conocimientos que McCandless tenía sobre Alaska, pero éste se negó a recibir ayuda, sólo aceptó unas botas de caucho, dos latas de atún y una bolsa de maíz.
En Stampde Trail, McCandless encontró un bus abandonado y decidió asentarse ahí, viviendo exclusivamente de la tierra. Sólo tenía una bolsa de arroz, un rifle Remington semiautomático, un libro sobre plantas locales y otros libros. Según su diario, estuvo 113 días viviendo de esta forma. Después de meses de estar en el bus, en julio decidió salir, pero el sendero que le servía para regresar, estaba bloqueado por el río Teklanika, que antes era un pequeño arrollo y cuando lo vio de nuevo era un río enorme y gélido imposible de penetrar.
“S.O.S., necesito su ayuda. Estoy herido, cerca de morir, y demasiado débil para hacer una caminata. Estoy completamente solo, no es ningún chiste. En el nombre de Dios, por favor permanezcan aquí para salvarme. Estoy recolectando bayas cerca de aquí y volveré esta tarde. Gracias, Chris McCandless. Agosto?”. Esta nota fue encontrada en la puerta del bus el 6 de septiembre de 1992 por dos excursionistas y un grupo cazadores.
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La escribió el 12 de agosto en la última página del libro de memorias de Louis L’Amour, “Educación de un hombre errante”. Encontraron su cuerpo dentro de un saco de dormir, con apenas 30 kilos de peso. Su causa oficial de muerte fue inanición, pero la tesis de su biógrafo Jon Krakauer, es que Christopher falleció después de comer Rhizoctonia leguminicola, un hongo que se encontraba en algunas de las semillas que recolectaba.
No hay evidencias que apoyen la teoría de Krakauer, él se basa en lo que McCandless escribió en su diario el 30 de julio: “EXTREMADAMENTE DÉBIL, FALTA DE AGUA, SEMILLA…”
En total su viaje duró poco más de dos año, donde vivió una vida de errante alejado de la sociedad por el impulso que sintió de estar en contacto permanente con la naturaleza. En la película, al final de su aventura por lo salvaje, Christopher descubre que “Happiness is only real when shared” (La felicidad sólo es real cuando se comparte).