Una rebuscada investigación ofreció una interesante conclusión: planchar es el mejor remedio contra el estrés. La cadena de hoteles Hilton fue la encargada de hacer el estudio en territorio británico.
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Los resultados confirman que planchar es un oficio hogareño que ahora debemos considerar hacerlo con gusto. El 72% de los participantes revelaron que es perfecto para terminar con el típico mal de estos tiempos.
¿Pero por qué?
Nada tiene que ver con dejar la ropa lista para usarse. Y tampoco la satisfacción de haber cumplido como ama de casa. La clave de todo esto estaría en las arrugas.
Según el estudio, luchar contra ellas crea una distracción que aleja de aquello que provoca ansiedad. Estar de pie, el movimiento repetitivo, acabar con las arrugas y el ruido del vapor son razones que aportan placer.
No, no es fácil asimilarlo. Existen varias tareas del hogar pero, psicológicamente, la más tediosa es planchar. Pero ahora esta investigación la califica como terapéutica y beneficiosa.
Pero parece ser una lucha interna. El ánimo para cumplir con el planchado es más una obligación que un «remedio contra el estrés». Si no fuese por la fuerza de voluntad, la mayoría de las personas andaría con toda la ropa arrugada.
