Si eres amante de las papas fritas, tu lugar en el mundo es Bélgica, el primer exportador en Europa. Pero ahora la pandemia de coronavirus y por consiguiente su cuarentena, ha traído problemas a los productores.
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Esto debido a que hay 750 mil toneladas de papas fritas en riesgo de dañarse si la población no incrementa su consumo, así que la única alternativa que han utilizado es pedirle a los habitantes que coman dos buenas raciones por semana.
A romper la dieta en cuarentena
El representante del sindicato de Belgapom, Romain Cools fue sincero sobre la problemática y consideró que la mejor solución es que «comamos papas fritas dos veces por semana, en lugar de solo una», según Tele13 de Chile.
Otra de las alternativas es donarlas a las personas más necesitadas, generando un beneficio secundario, entre los que entran 25 toneladas de patatas semanales a los bancos de alimentos, reseñó el diario El País.
«De esta manera, parte del stock de papa se utilizará y podemos evitar que una excelente comida, por la cual nuestros agricultores han trabajado tan duro, se pierda«, aseguró la ministra belga de agricultura, Hilde Crevits, conforme con la misma fuente.
De momento, la comercialización normal se ha visto detenida por la paralización de las empresas locales, la falta de turismo y también la exportación a 160 países que son clientes por las medidas de seguridad establecidas, lo que ha golpeado la economía belga que anualmente exporta millón y medio de toneladas.
El país europeo es uno de los principales productores a nivel mundial de papas y papas fritas congeladas, lo cual le deja buen margen de ingresos junto a la venta de otros manufacturados.
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Realmente para ellos, este alimento es uno de sus íconos gastronómicos más importantes reflejado en las ventas callejeras que son muy populares y se llama friteries.
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